Clementina Castro: Una defensora de las familias y la justicia social en Milwaukee

Autor original
Angelina Velazquez

Fecha de publicación
15/8/2024

Clementina Castro fue una dedicada defensora de la justicia social y una figura clave del Movimiento por los Derechos de Bienestar Social de Milwaukee durante las décadas de 1960 y 1970.
El trabajo de su vida se centró en mejorar la vida de las familias con bajos ingresos, sobre todo de las mujeres y los niños.
Estrecha colaboradora del líder de los derechos civiles, el padre James Groppi, Clementina luchó incansablemente por la justicia económica, la mejora de las condiciones de vida y el acceso a servicios esenciales para las comunidades más marginadas de Milwaukee.

Un líder visionario en la lucha por la igualdad

El activismo de Clementina estaba profundamente arraigado en sus propias experiencias y en las necesidades de su comunidad.
Como voz destacada del Movimiento por los Derechos del Bienestar, era conocida por su inquebrantable dedicación a la defensa de los derechos de la mujer, reconociendo los retos únicos a los que se enfrentaban las madres solteras y las familias con bajos ingresos.
A menudo encabezaba marchas y protestas, codo con codo con el padre Groppi y otros activistas, pidiendo apasionadamente el cambio.
Su hijo, Tomas, recuerda con cariño momentos de su infancia, como la vez que marcharon al Capitolio del Estado de Wisconsin, en Madison, cantando «We Shall Overcome».
Mientras marchaban, la voz de Clementina se elevaba por encima de la multitud, gritando: «¡Que Viva La Causa!», un grito de guerra que encarnaba su espíritu y determinación.
No era sólo un eslogan, sino una declaración de la misión de su vida: elevar y empoderar a los más necesitados.

La fundación de la guardería La Causa

En 1972, Clementina fundó la guardería La Causa con la visión de proporcionar una atención infantil bilingüe y de calidad a los hijos de las madres trabajadoras de Milwaukee, especialmente a las que participaban en el Movimiento por los Derechos del Bienestar.
Comprendió que el acceso a una guardería segura y enriquecedora era esencial para las mujeres que se esforzaban por mejorar la situación económica de sus familias mediante el trabajo o la educación.
La Guardería La Causa fue uno de los primeros centros de Milwaukee en ofrecer ese apoyo, garantizando que los niños pudieran aprender y crecer en un entorno afectuoso mientras sus madres trabajaban por un futuro mejor.
La dedicación de Clementina a esta causa era un reflejo de su creencia en el poder de la educación y el apoyo comunitario como herramientas para el cambio social.

Primera guardería La Causa (1972)

Una partida sentida y un legado perdurable

A pesar de su profundo compromiso con La Causa, la trayectoria de Clementina en la guardería se vio truncada cuando tuvo que alejarse para cuidar de su hija, María, que había enfermado gravemente.
Su marcha fue una pérdida para la organización, pero los sólidos cimientos que había establecido garantizaron que su visión siguiera prosperando.
La Causa creció más allá de sus comienzos, evolucionando hasta convertirse en una agencia de servicios sociales integrales que sigue atendiendo a miles de familias en la actualidad.
Los valores que Clementina inculcó a La Causa -compasión, capacitación y apoyo a la comunidad- siguen siendo la esencia de su misión.

Mantener vivo el espíritu de «La Causa

El legado de Clementina Castro es de fortaleza, valentía y compromiso inquebrantable con la justicia.
Su impacto en la comunidad de Milwaukee se siente hasta hoy, no sólo en los servicios que presta La Causa, sino en el espíritu de activismo y apoyo que ella defendió.
Como reflexiona su hijo Tomás, el propio nombre «La Causa» procede del corazón y la pasión que ella ponía en cada marcha, en cada protesta y en cada acto de servicio.
Hoy, programas como la Guardería de Crisis y Centro de Respiro siguen adelante con su misión, proporcionando apoyo crítico a las familias en sus momentos más difíciles, tal como Clementina imaginó.

Su grito de «¡Que Viva La Causa!» aún resuena, recordándonos su creencia en una causa mayor que ella misma, una creencia que honramos continuando su trabajo y manteniendo vivo su espíritu en cada familia a la que apoyamos y en cada comunidad que fortalecemos.