El viaje de Tasha: De la lucha a la estabilidad con La Causa

Autor original
Angelina Velazquez

Fecha de publicación
27/8/2024

Un nuevo comienzo

En 2017, Tasha y sus hijos pequeños buscaban un nuevo comienzo cuando se mudaron a Milwaukee.
«Cuando llegué a Milwaukee en 2017, tenía a mi hijo de 2 años y a mi hija de casi 1», recuerda Tasha.
Pero su nuevo comienzo se vio rápidamente ensombrecido por las dificultades cuando se encontraron sin casa.
«No sabía adónde íbamos a ir», recuerda.
La familia acabó en un refugio, un punto bajo que parecía una lucha interminable.
Sin embargo, en medio del caos, La Causa surgió como un faro de esperanza.

Encontrar un salvavidas

Mientras estaba en el refugio, un consejero presentó a Tasha a La Causa.
«Nunca había oído hablar de La Causa», admite.
Desesperada por recibir ayuda, se puso en contacto con ellos y pronto conoció al Sr. Karl, un miembro del personal muy entregado.
«Empezaron a ayudarme con mis hijos», dice Tasha, con la voz llena de alivio.
«Fue como si me quitaran un peso de encima».

A principios de 2018, con el apoyo de La Causa, Tasha consiguió un apartamento en la Avenida Nacional.
«No era sólo un lugar donde quedarme», explica.
«Era una oportunidad de construir un hogar para mis hijos».
Aunque los retos continuaron, La Causa siguió siendo un apoyo inquebrantable.
«Siempre que los necesité, estuvieron ahí», reflexiona Tasha.

Afrontar las emergencias con apoyo

Uno de los momentos más aterradores de Tasha fue cuando acabó en urgencias con niveles de oxígeno peligrosamente bajos.
«No sabía lo que me iba a pasar», recuerda.
«Pero más que nada, me preocupaba quién cuidaría de mis hijos».
Una vez más, La Causa intervino, asegurándose de que sus hijos estuvieran a salvo y cuidados.
«Entre el Sr. Karl y la escuela de mis hijos, se aseguraron de que estuvieran bien», dice Tasha, con evidente gratitud.
«Doy gracias a Dios por La Causa. Me alegro de que existan… Dicen que hace falta un pueblo para criar a un niño; ellos son mi pueblo».

Crear confianza y estabilidad

Para Tasha, La Causa se ha convertido en algo más que un proveedor de servicios; son una red de apoyo de confianza.
«Es difícil confiar a la gente tus hijos», admite.
«Pero aprendí a confiar en ellos porque se preocupan de verdad».
Sus hijos han prosperado y esperan con impaciencia su estancia en La Causa.
«Cada vez que nos vamos, preguntan: «Mamá, ¿cuándo podemos volver?»».
dice Tasha con una sonrisa.
«Fue entonces cuando supe que había encontrado algo especial».

Gratitud y reflexión

Mirando atrás, Tasha está profundamente agradecida por el apoyo inquebrantable de La Causa.
«Mis hijos son felices, y eso es lo único que me importa», dice, con la voz cargada de emoción.
«La Causa ha hecho por mi familia más de lo que jamás hubiera imaginado».
Saber que sus hijos están en manos seguras y cariñosas ha sido un tremendo alivio.
«No sé dónde estaríamos sin La Causa», admite.
«Han estado ahí para nosotros más que nadie en los siete años que llevo aquí. Estoy muy agradecida».

Únete a nosotros para marcar la diferencia

La historia de Tasha pone de relieve el papel fundamental que desempeña en la comunidad el Centro de Respiro y Guardería en Crisis (CNRC) de La Causa.
El CNRC ofrece un refugio seguro a los niños y un apoyo vital a las familias en tiempos de crisis.
Si el viaje de Tasha te resulta familiar, considera la posibilidad de obtener más información sobre cómo el CNRC puede seguir proporcionando esperanza y estabilidad a las familias necesitadas. Visita nuestro sitio web para averiguar cómo puedes apoyar nuestra misión, implicarte o contribuir a tener un impacto positivo. Tu apoyo garantiza que todos los niños y familias reciban la atención y asistencia que merecen. Más información sobre el CNRC aquí.